La Ley de Kidlin se originó en la novela King Rat de James Clavell, y se basa en el enfoque de su personaje ficticio Kidlin para resolver problemas. La ley dice: "Si escribes un problema de forma clara y específica, ya has resuelto la mitad del asunto"
La adopción consciente de este principio en nuestra práctica legal ofrece múltiples ventajas:
- Eficiencia Procesal: Al tener clara la naturaleza exacta del problema legal, podemos diseñar estrategias más efectivas y directas.
- Mejor Comunicación: Facilita la comunicación tanto con clientes como con otros profesionales legales y autoridades judiciales.
- Resolución Más Rápida: Un problema bien definido permite identificar más rápidamente las posibles soluciones y vías de acción.
- Reducción de Errores: La claridad en la definición del problema ayuda a prevenir malentendidos y errores en el proceso legal.
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